Para brindar soluciones con un enfoque integral se requieren capacidades que no cualquier compañía puede ofrecer. Una empresa integradora es capaz de evaluar los dispositivos de seguridad más adecuados para no dificultar el logro de los objetivos de su cliente, ni mermar su rentabilidad. Un dispositivo integrado, junto con el diseño y la difusión intensiva de los protocolos de actuación y reacción, son la clave para el manejo eficiente de las amenazas. Esto permite minimizar la probabilidad de daño a las organizaciones.

Conforme avanza la tecnología, los dispositivos de seguridad se van haciendo cada vez más sofisticados y en un ambiente socioeconómico complicado, la integridad de las personas sigue siendo la prioridad. Es por eso que, una de las tendencias de este sector se inclina hacia la utilización de aparatos de rastreo, en lugar de custodias físicas para el movimiento de mercancías.

Tomemos como ejemplo a una empresa que hace algunos meses instaló aparatos de rastreo en sus vehículos de transporte. En este caso los choferes no fueron capacitados adecuadamente y con mucha frecuencia hacen cambios a las rutas. Esto ha provocado que el personal que lleva a cabo el seguimiento de las unidades desde sus monitores, se acostumbre a las desviaciones o paradas no programadas, haciendo imposible detectar en forma oportuna un encuentro con la delincuencia. En pocas palabras, como no se utilizó un enfoque integral en la preparación de los choferes, se perdió la efectividad de los sistemas de rastreo.

Sin importar el grado de sofisticación de los equipos electrónicos, el apego a los procedimientos resulta indispensable para que los sistemas de seguridad sean efectivos. El personal encargado de su operación no sólo debe conocer dichos procedimientos, sino también el impacto que provoca cualquier variante en su aplicación y las consecuencias correspondientes en pérdidas económicas y sobre todo, en la integridad física de las personas.

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 “Integración: un enfoque indispensable en los servicios de seguridad”.